No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

viernes, 30 de septiembre de 2011

POSTAL / 22

En la algarabía de los días de fiesta hay situaciones que nadie provoca, que vienen solas. Dejando en la más absoluta orfandad las palabras dichas al azar, las palabras elaboradas no son iguales. Nadie sabe de lo que hablar, al sol o a la sombra, en el paseo o en la terraza. Mientras unos discuten del tiempo, el tiempo pasa en el ascensor que lleva hasta la 7ª planta. En los jardines de las casas, el humo sube mezclándose con los colores del día de fiesta. La ciudad está silenciosa, los coches circulan lentos.
Quienes pasean por el placer de hacerlo, no tienen prisa por llegar. Quienes duermen la noche de marcha no se enteran del olor y el sabor de las ollas en las cocinas de la vecindad.
En el mostrador del largo pasillo, les estaban esperando.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

REPRODUCCIÓN

Y van tres: agosto/11
Yo no busqué al amigo de la siesta en agosto de cada año, sólo cogí la cámara de la bolsa. La emoción me hizo temblar, el horizonte se me cayó por levante, el toldo me hizo la sombra, la farola me sirvió de apoyo. Él dormía placentero, solo; sin sombrilla y la mujer lo abandonó por el baño ante sus ronquidos...Yo me limité a disparar ¡No me lo podía creer! Un año más en el mismo sitio y a la misma hora...Y es que a orillas del Mar Menor, la siesta se hace mejor... Mientras yo leía y tomaba un café, él dormía al sol. Tal como os prometí, os lo cuento...


DECÍA YO, EN DICIEMBRE DE 2010
Cuando mi cámara se dispara, no para, capta lo que se encuentra por delante. He aquí una muestra: UNA: agosto /09
Siesta a orillas del Mar Menor.
OTRA: agosto/10
mismo individuo en semejante posición

Revisando los archivos fotográficos he encontrado este hallazgo. Consciente del temporal que nos está afectando, nieve, lluvia, viento...Se me ha ocurrido haceros reír un poco. Os prometo que no es de la familia, ni lo conozco ni me conoce, pero sí se reconociera que me avise. Es la misma persona y en el mismo lugar. Un año y otro año; estaré atenta el próximo y os lo contaré.

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martes, 27 de septiembre de 2011

UN ARTISTA EN SU HUERTO

Exposición al aire libre, en el huerto de su casa: pinturas y esculturas de un artista peculiar...
Sobre el suelo, bajo los limoneros, naranjos, limas, higueras, moreras,palmeras:
El agua (acrílicos)
Los limones y la tierra
La sequía , los limones y la tierra... El agua, los limones y la sequía...
El huerto, las naranjas verdes como las hojas... Y en el huerto verdes las limas
Desde el Cabezo de Torres, pedanía donde se encuentra la casa del artista, en el carril Mundo Nuevo,34; además de poder ver la huerta de Murcia con sus casas antiguas de planta baja, las tierras de labor, los huertos llenos de árboles frutales, los bancales de hortalizas también, se puede divisar esta vista muy conocida por los murcianos, Monteagudo.

Suplemento cultural del diario La Verdad






El artista
Pedro Borja

sábado, 24 de septiembre de 2011

ESCRITO EN VERANO

Antes de cerrar la casa se queda parada mirando; repasa los cuadros de la pared. Le traen recuerdos de los días en los que las paredes blancas estaban desnudas. Recuerda cuando poco a poco fueron llenándose, a la vez, que ocupan en la retina retazos de aquel tiempo de juegos de niños, flotadores, cubos y palas, vestidos pequeños, zapatillas de colores y chanclas ...y diademas.

Cuando en la terraza a la hora de comer, apenas sí se cabía en la mesa. Cuando las risas se mezclaban con la ensalada y las palabras se rebañaban en la salsa…y de postre sandía, roja, fresca, chorreando por la barbilla, dejando su rastro como mofletes de quita y pon.

Sí, uno había puesto la mesa, la otra la quitaba…y desde la cocina se oía el parloteo de los platos con las chucharas y los tenedores. Entonces tintineaba aquel grito que conseguía llegar hasta la terraza, donde la mesa seguía vestida de mantel:

-¡Mamá podemos tomar helado!

Las comidas del verano en la terraza…y las fotos con el descampado de fondo, nunca se olvidarán. Ni ellos, ni yo. Hay recuerdos de las vacaciones que se mantienen vivos en la memoria, esa película de afectos, que perdura para siempre.

…Y cuando después, en la siesta, dibujaban, leían o hacían aquellas pulseras de mil hilos de entramado colorido de tonos azules, como el mar o verdes como las hojas de las mimosas.

…Y la pandilla en la playa, los de la urbanización con los bañadores del año pasado o los que venían de la ciudad y llenaban la casa con risas, tan grandes como las toallas de playa. Las excursiones a las calas, los saltos desde las rocas…y las bicicletas que se iban quedando pequeñas.

…Y las conversaciones trascendentales en el banco de abajo, comiendo pipas de girasol, las escayolas y las serenatas de guitarra haciendo planes para el futuro. Enamorándose o encendiendo algún pitillo. Así, así, se fueron haciendo mayores.

Cuando llega el verano, también llegan los cumpleaños…y ya no son de piñatas, ni medias lunas de jamón y queso. Son largas noches de fiesta, charla y amigos, los de la playa y los de siempre.

Ahora vienen y van. Pasaron los años de autobús; llegaron los días de coche, de tren o de avión. Ahora cuando ellos vienen nosotros vamos…Y, vaya qué nos vamos.

A mis hijos

jueves, 22 de septiembre de 2011

PUZZLE

Sé de la afición de Sebastián por los barcos, esta serie la hice un día desde la bocana del Puerto de Cabo de Palos y a él se la dedico en forma de rompecabezas...El barco entraba, ¿ o salía...?

es el artífice de varios blogs, de gastronomía y otras cosas...
No dejéis de visitarlo, sus conocimientos, su sabiduría y su sensibilidad es algo muy especial. No os defraudará.
Va por ti Sebastián muchos besicos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

REGALO

Cannas (Cañas de India)
Para todos los que os asomáis a mi ventana este bouquet fotográfico

domingo, 18 de septiembre de 2011

EN OTRO PLANO

Estuvo muy entretenida deshaciendo la maleta, vaciando bolsas, colocando zapatos, ordenando camisetas, colgando pantalones, guardando vestidos. Acalorada, la piel se resiente por la falta de brisa marina, le duelen los pies de pisar el asfalto. Las aceras desgastadas huelen a humo, hablan otro idioma, pertenecen al atlas de su vida.

Sobre un velador de viejo mármol blanco, están las cuartillas amarillentas llenas de letras incompletas, vacías de frases hechas. Caminos de tinta con palabras escritas en cualquier otro momento. Reconoce lo que lee, moviendo con parsimonia las hojas, pasándoselas de una mano a otra, sus ojos van y vienen como el péndulo de un reloj. Los papeles han inundado toda la superficie de la mesa. En un alarde de decepción, amontona arrugando el papel que cruje con sonido lastimoso. Se levanta hacia una papelera cercana que hace las veces de un paragüero junto a la puerta del local, pero antes de dejar caer los magullados escritos, se abre la puerta y entra Irene, como un niño se lleva las manos detrás. Nervioso, aturdido la saluda. Ella le da un beso. Y a continuación le dice:

-Ramón, aquí te traigo las cartas. Las tuyas, las que un día recibí.

Irene, se había pasado toda la tarde de aquel sábado, organizando y ordenando los múltiples cajones del escritorio. En él encontró la vieja caja de zapatos repleta de cartas manuscritas abiertas, en su tiempo, con voraz gesto. Los sobres todavía guardaban indemnes el matasellos y el sello, como la dirección y el remite.

Ahora vuelve con las manos vacías y el corazón resquebrajado. Los ojos le brillan acuosos sin derramar una lágrima. Ahora su mirada es glacial, sus pasos se abandonan vagando por esas aceras que le parecen enormes, lo único que no ha cambiado es el idioma de los sentimientos.

El mapa es completamente reconocible, no necesita abrir otro plano para saber en qué lugar se encuentra. Durante el trayecto va entrando en la monotonía, igual que va cayendo la tarde, mientras se dirige a su casa.

Al llegar, antes de poner la llave en la cerradura. Respira todo el aire del portal y resopla todo el frio de su mirada. Con un pie dentro y otro fuera, entona las mismas palabras cálidas, las de siempre:

-Cariño, ya es de noche. Ya, estoy aquí.

En la más absoluta atmosfera de oscuridad en un rincón del salón, está Eugenio y junto a él su perro guía.

viernes, 16 de septiembre de 2011

TONOS

Palabras amigas, amables,

de sonoridad perfecta

de días azules

y renglones derechos.

En un mar de letras

subidas a las olas,

algunas, en la cresta

sumergidas, otras, sin haber tormenta.

Palabras de afecto

cariño sin tregua, un día

como los demás, pero sin guerra.

Benditos los días de mar y de tierra

sin nubes, sin vientos

Sin levantar polvareda.









martes, 13 de septiembre de 2011

HOJA DE SEPTIEMBRE

Granadas, siempre entre nosotros
rico fruto de la vida
granos dulces de los días.
Solas, en su tronco añejo
esperan la visita
como cada año
Aguardan a las manos
que las desgranen con sabiduría
para repartidlas
Como un afecto ansiado
como el alimento necesario
como soles sin sombra de los días.
Aquí en este enlace las granadas del año pasado.

domingo, 11 de septiembre de 2011

AYER

Paseo Cabo Palos - La Manga
Salió la Luna temprano...
Por Las Amoladeras, las palmeras y el Faro...
Ni las anclas se opusieron al paseo, sólo nos saludaron
La noche llegaba despacio, la carretera llena como en verano...
Otra vez a la orilla del mar, el faro a lo lejos y la estela brillante de la Luna
jugaba reflejándose silenciosa...
Yo practicaba las fotos nocturnas
el horizonte se curvaba en la oscuridad
El Faro me hacía guiños
Mientras, la cena nos la servían con mucho mimo...

sábado, 10 de septiembre de 2011

LA CARRERA

Por último se retocó los labios con carmín rojo en el espejo del recibidor. Bajó a la calle y se subió al coche que le esperaba en la puerta de su casa. La misma hora, el mismo día; cada semana. La llevó sin preguntar, igual que la recogería horas más tarde. “Aquí estaré”, le dijo el conductor, asomando la cabeza a través de la ventanilla.

Elvira, no era una cinéfila especialmente, pero le gustaba mucho el cine. El primer día que le hizo el alto a un taxi hace ahora muchos años, fue un cumulo de casualidades. Todo empezó porque al salir de la sala volvió a coincidir con el mismo taxista. Por aquello de ser amable y cruzar unas palabras con él, le contó qué había visto, los personajes, el guión, incluso en pocas palabras le llegó a desgranar la trama.

Hoy después de veinte años Juan, la lleva en una carrera rápida hasta un cine del centro. Continua con su trabajo; luego la recoge y vuelven juntos cuando ya es el final de la jornada. Ella, todavía le sigue contando la película que ha visto.

jueves, 8 de septiembre de 2011

LAS FAMOSAS

Medusas del Mar Menor
En los últimos años han proliferado...¿ Quién sabe cómo? Respuestas, de todos los gustos y color.
Son inofensivas, ni pican, ni desprenden veneno que produzca urticaria.. Sólo que no gusta verlas.
Son las medusas, llamadas de "huevo frito"

martes, 6 de septiembre de 2011

GESTOS



(enlace)


Acabo de leer esta noticia en laopiniondemurcia.es

No pensaba hacer ninguna entrada hoy, pero gestos como estos son los que hay que dar a conocer.

Ya sabéis que Lorca necesita mucho para volver a ser lo que era antes de 11 de mayo...
Cómo me alegra haber coincidido con: La Fuensanta y el Antón

No nos olvidemos de Lorca

Unas imagenes, unas palabras...

Pero si ya pagamos nuestros pasajes en este mundo
por qué, por qué no nos dejan sentarnos y comer?
Queremos mirar las nubes,
queremos tomar el sol y oler la sal,
francamente no se trata de molestar a nadie,
es tan sencillo: somos pasajeros.
Todos vamos pasando y el tiempo con nosotros:
pasa el mar, se despide la rosa,
pasa la tierra por la sombra y por la luz,
y ustedes y nosotros pasamos, pasajeros.

El Barco de Pablo Neruda. (1959) Fragmento

Para,ATENEA